Por DON CURZIO NITOGLIA
“Tradición”
espuria guenoniana
René Guénon († 1951) puso de relieve, criticándola,
la crisis del mundo moderno y revalorizó la Tradición. Pero ¿cuál es la
Tradición a la que él se remite y qué aspecto de la Modernidad ha criticado en
sus obras?
La Tradición guenoniana no es la Tradición
apostólica, sino la “Tradición primordial”, es decir, un conocimiento (gnosis)
iniciático/esotérico, autosalvífico e incluso autodivinizado mediante el solo
conocimiento (gnosis) del iniciado en la escuela de un maestro (gurú) o un
sabio (elegido).
La iniciación guenoniana es activa y se adquiere
naturalmente por parte del iniciado mediante la gnosis o conocimiento
esotérico; ella es profundamente diferente de la Mística cristiana, que es
pasiva —aunque luego se deba corresponder a ella—, sobrenatural e infundida por
el Espíritu Santo en el alma del justo.
Guénon
filomasón cabalista anticristiano
En Occidente, según Guénon, la única fuerza capaz
de transmitir la Tradición primordial sería la Masonería especulativa y
mística, es decir, cabalística (dado que la filosofía esotérica de la Masonería
es la cábala judía), y ya no lo sería la Iglesia católica, que habría perdido
desde los primeros siglos la verdadera Tradición esotérica.
Sin embargo, paradójicamente (aunque no tanto),
según los guenonianos la habría reencontrado con los Decretos pastorales del
Concilio Vaticano II Nostra aetate y Unitatis redintegratio, que
propugnan el pan-ecumenismo o la unidad trascendente de todas las religiones,
tan deseada por Guénon y por Schuon.
En Oriente, para Guénon, la filosofía hindú sería aún más perfectamente transmisora de la Tradición primordial que la Masonería cabalística en Occidente. Ahora bien, el hinduismo y el budismo son una filosofía nihilista fundada en la nada, que prefigura el Nihilismo filosófico de la posmodernidad en Nietzsche, la Escuela de Frankfurt y el Estructuralismo francés, que nos ha llevado al cumplimiento y al empeoramiento de la Modernidad, es decir, al paroxismo ultramoderno y posmoderno que estalló en toda su virulencia con el 68.
Pero ¿cómo se puede criticar la crisis de la Modernidad intentando curarla con
la posmodernidad, que es ultramoderna? ¿Acaso se puede curar un resfriado con
una pulmonía? ¿Y una pulmonía con un cáncer de pulmón?
La Tradición primordial es llamada por Guénon también
“metafísica”, es decir, por encima (metà) del mundo material (tà
physiká).
Sin embargo, la metafísica guenoniana no tiene nada
que ver con la platónica, aristotélica y tomista.
De hecho, ella está más allá, por encima no tanto del mundo físico, cuanto sobre todo de la Religión revelada y positiva, especialmente de la católico-romana, que para Guénon sería una Tradición desviada.








