Por P. Flavio Mateos
Programa de “La última
página 305: Francisco García Bazán y la importancia de su obra” [1]. Hacia
el minuto 17 aproximadamente, los conductores Diego Ortega y Sebastián Porrini,
parecen acusar recibo y se defienden, ante lo que parecería ser una imputación
abusiva o injusta hacia ellos de varias personas (incluso de quien esto
escribe, según parece). Tal vez sintiéndose incomprendidos (¿!), afirman que se
los acusa de “gnósticos”. Tratan entonces de despegarse de tal etiqueta, y
hasta Ortega afirma que él elige la que considera “la tradición verdadera,
cristiana, católica”, pero aclarando que ésta tiene una gran cantidad de
relaciones con las semillas de verdad de otras tradiciones (nos recuerda esto a
las famosas “semillas del Verbo”, véase artículo sobre eso en nuestro blog).
Luego, aclaran que “García Bazan y otros siguen una línea que no es blanco y
negro” y que no es necesario dividir entre “evolianos y guenonianos”. Por
supuesto que esa última discusión no nos interesa lo más mínimo: tanto
guenonianos como evolianos están en el error.
De inmediato lamentan que también
se los acusó por su programa sobre la masonería y se evaden enseguida (más
rápido que el famoso Houdini) como si fuera un tema sin ninguna importancia. Y
luego salen con el típico latiguillo que suelen repetir los gnósticos y es que
“no hay que confundir lo gnóstico con el concepto de gnosis” (al respecto también
puede leerse el esclarecedor texto de Alain Pascal en este mismo blog).
Vamos a ir punto por punto.
No sabemos qué han dicho otros visitantes del canal de Youtube de “La última
página” [2]. Nosotros nos ocupamos de este tema en nuestro libro “Castellani
y Lefebvre” y en algún artículo de este blog. Lo que escribimos no es
exactamente que Porrini y Ortega “son gnósticos”, sino lo siguiente:
“Allí aparecen como invitados dos exponentes caracterizados del
gnosticismo a la criolla: Sebastián Porrini y Diego Ortega”. [3]
Según el Diccionario RAE,
“exponente” es el que expone. Como segunda acepción significa prototipo (modelo
más representativo de algo). Caracterizado, por otra parte, se define como “distinguido,
determinado, característico, acreditado”.
Que ambos profesores dedican
mucho espacio a exponer a autores gnósticos, es claro. Que demuestran además
simpatía y respeto hacia esos autores y su pensamiento, también. Que se basan
en autores gnósticos para fundamentarse, lo mismo (véase La última página 142,
por ejemplo). Que no dedican programas a hacer la crítica aguda y certera que
esos autores se merecen, también lo es. Por lo tanto, si como dice Ortega él
elige la que considera verdadera tradición, la tradición católica, pero expone
las ideas y el pensamiento de quienes se oponen a esa tradición católica, ¿dónde
está su famosa búsqueda de la verdad? Porque la verdad obliga a juzgar y a
definirse, una vez que se la ha encontrado. La verdad y el error no pueden ser compatibles.
A no ser que todo sea verdad. De allí que digamos que esta es una peligrosa
confusión que confunde a los que no están atentos, o no se esfuerzan por
conocer la verdad. En lenguaje de la calle se le diría sanata.
La confusión ya puede verse en las imágenes o retratos que exhiben en su biblioteca: Jesucristo o el Arcángel San Miguel junto a personajes deplorables como los comunistas Frida Kahlo y José Saramago [4], o el gnóstico Pessoa (ver artículo sobre el mismo en este blog).
Pero vamos a descubrir mejor
lo que allí se difunde, para darnos cuenta que un católico no puede absorber
ese tipo de contenido, e incluso debe recusarlo, por más que esté todo envuelto
en un programa de literatura. Precisamente la literatura, como el cine, es el
medio más apto para transmitir ese tipo de ideas gnósticas. Mucho menos
debería difundirse ese canal, como hacen algunos desinformados, por más que
ocasionalmente sus expositores tengan aciertos o toquen temas de verdadero interés
para los católicos.[5]
Veamos primero aquel
mencionado programa 142, titulado: Cristianismo, tradición y misterio [6]
Hay allí una interpretación
guenoniana de los Evangelios, incluyendo hacia el final una tergiversación
total del Evangelio de San Juan: dice Porrini una y otra vez, que San Juan se
quedó dormido sobre el pecho de Jesús, en la Última Cena. Eso es falsísimo. “Es
un pendejo tan puro que se durmió” (sic), según la erudita exégesis porriniana.
¿Qué dice el Evangelio de San
Juan en su capítulo 13?: “Uno de sus
discípulos, aquel a quien Jesús amaba, estaba recostado a la mesa en el seno de
Jesús. Simón Pedro dijo, pues, por señas a ése: “Di, ¿quién es aquel de quien
habla?” Y él, reclinándose así sobre el pecho de Jesús, le preguntó: “Señor,
¿quién es?””. “Recostado –dice Mons. Straubinger, quien traduce desde el
original griego- quiere decir que Juan, según la costumbre oriental, estaba
echado delante de Jesús, apoyándose sobre el codo izquierdo, con el pecho
vuelto al Maestro”. Y si hubiese estado dormido, como enseña Porrini, además no
podría haber escuchado a Pedro que le hablaba. ¿Qué pretende Porrini con su
interpretación trasnochada? ¿Comunicar alguna esotérica interpretación sólo
para iniciados?
También, en este sentido de
la interpretación gnóstica, se dice allí que los tres reyes magos eran
perennialistas (protoguenonianos, quizás), que los sacramentos son “ritos de
iniciación”, se habla de una división entre esoterismo y exoterismo y de que el
primer cristianismo era esotérico, y que “jamás podemos reducir un misterio a
algo que es público”. Todo el speech
que repiten los gnósticos.
De acuerdo, hay que huir de
ese catolicismo falseado, sentimental, edulcorado y modernista de hoy, que
evacúa el misterio, ¡pero no para irse hacia las “tradiciones” orientales! ¡Absurdo!
Pero Porrini deja clara su posición –a veces habla claro- citando a Cristo que dijo
“Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida”, pero, según la nueva interpretación de
este docto profesor, Cristo es el camino “del mundo cristiano”. O sea que hay
otros caminos para arribar a la verdad. Cristo se equivocó. Debió decir: “Yo
soy el camino para los que me siguen. Pero si otros siguen a Buda o Mahoma, que
sigan esos caminos porque al final todos nos vamos a encontrar”. En definitiva,
Cristo no es Dios, o es un Dios que permite otros caminos, contradictorios y
negadores del suyo, de tan bonachón que es. Así que cuando mandó a sus
Apóstoles a enseñarles a todas las gentes lo que les había enseñado,
bautizándolas en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, estaba
macaneando o se mostraba ignorante porque no conocía el islamismo, el sufismo,
el taoísmo, el budismo y en definitiva porque no era un perennialista. ¡Oh, qué
tontos fueron los mártires de los primeros siglos que se dejaron matar
cruelmente, por defender que Cristo era la única verdad, el único camino!
Repitamos lo que decía Jean
Vaquié: “Ante nuestros ojos aparecen en lucha dos tradiciones; lejos de
conducir el mismo contenido nocional son antagonistas. La una transmite sin
disimulo la religión del verdadero Dios, y es la Tradición apostólica, en la
cual la tradición primordial está totalmente incluida. La otra, llamada por los
neognósticos Tradición primordial, transmite, bajo un disfraz de luz, la
religión tenebrosa que quiere ponerse en el lugar de Dios” (“Ocultismo y fe
católica: los principales temas gnósticos”).
Cada uno tiene su propio camino
en la vida, pero el camino hacia la salvación eterna, es uno solo: Jesucristo.
Ancho es el camino del mundo que lleva a la perdición, estrecho es el camino
que conduce a la salvación.
Fijémonos además cómo
coinciden estos ilustrados profesores
al fin de cuentas con los modernistas conciliares y su ecumenismo destructores
de la tradición católica, y que van al encuentro y el diálogo con todas las
falsas religiones. La diferencia es que los modernistas pretender hacer una
amalgama total y los gnósticos permanecer en esa diferenciación complementaria.
Unos y otros niegan que el único camino sea Jesucristo.
Pasemos ahora al tema
urticante del cual estos dos profesores se escabulleron raudamente: el programa
que hicieron sobre la masonería.[7] Si bien tiene ya sus años, sin
embargo, sigue en el aire. Esto es escandaloso para quienes dicen ser
católicos.
Vamos a decir más o menos lo
mismo que dijimos ya en nuestro libro “Castellani y Lefebvre”, con alguna
acotación más.
En
el video mencionado Porrini y Ortega se aplican a darnos una versión de la
masonería que es la misma que los masones dan de sí mismo. Digamos: una versión
del Billiken. Así nos quieren hacer creer que “No es una sociedad secreta”, que
“La masonería tiene como objetivo la búsqueda de la verdad”, que “Busca el
progreso del hombre en fraternidad”, “promueve el conocimiento”, “cuando la
Iglesia entró en decadencia empezó a perseguir a la masonería”, “la masonería
se ocultó porque fue perseguida por la Iglesia”, “hay que desmitificar que la
masonería es una sociedad ocultista, que tiene fines demoníacos”, “es otro
camino”, “una manera de construirse”. “Yo he ido varias veces a su biblioteca”,
confiesa Porrini. En fin.[8]
En
esta pretendida exposición objetiva, imparcial, de la secta, se apartan
completamente de la verdad, esa verdad que hizo que los papas desde un comienzo
la condenaran en los más duros términos. Estos dos profesores que se dicen
católicos, como hijos de la Iglesia deberían seguir esa enseñanza, exponerla,
y, en el caso de que todos los papas hubiesen caído en una “leyenda negra sobre
la masonería”, poner los documentos sobre la mesa para refutarlos. Pero sucede
que ha sido al revés. La vastísima documentación sobre la masonería los expone
claramente, como enemigos que son de la Iglesia católica.
Estos
dos eruditos profesores, ¿no saben
nada de eso? ¿Todo lo que tienen para decir es lo que dice la Wikipedia?
Hummm,
extraño. Impericia, ignorancia y desidia intelectual, o…afiliación masónica. Elija
el lector la respuesta que le parezca más plausible. Como no tenemos pruebas de
lo segundo, tendremos que concluir lo primero. Aunque es demasiado sospechoso
que en un programa posterior recomiendan con entusiasmo el libro escrito por un
iniciado masón, porque según ellos nadie más indicado para hacernos conocer el
tema. Pero resulta que los masones o son engañados o engañan a sabiendas. El
promocionado masón afirma, por ejemplo, que San Martín era masón, mentira que
ha circulado mucho. ¿Qué crédito se le puede dar a ese sujeto?
Lo
que no queremos, pues, es que se trate a los espectadores de estúpidos. Pueden
guardarse esa interpretación light, literaturesca y pueril de la masonería. El
que quiere que lo engañen, se va a tener que jorobar.
El
que quiere estar en la verdad, va a llegar a la verdad.
Así
por ejemplo, tenemos para leer en principio los documentos de la Iglesia, a saber:
In eminenti apostolatus
specula — Clemente XII, 28 de abril de 1738; Providas romanorum pontificum — Benedicto XIV, 18 de mayo de 1751; Ecclesiam
a Jesu Christo — Pío VII, 13 de septiembre de 1821; Quo graviora mala — León XII, 13 de marzo de 1826; Mirari vos (encíclica) — Gregorio XVI,
15 de agosto de 1832; Humanum genus
(encíclica) — León XIII, 20 de abril de 1884; Custodi di quella fede — León XIII, 8 de diciembre de 1892; Inimica vis — León XIII, 8 de diciembre
de 1892; Non abbiamo bisogno — Pío
XI, 29 de junio de 1931; Decretum contra
Masonicam sectam — Santo Oficio, 17 de febrero de 1950.
¿Qué
decía León XIII en la más importante de las encíclicas antimasónicas, Humanum genus? Leamos: «De los
ciertísimos indicios antes mencionados resulta claro el último y principal de
sus intentos, a saber: destruir hasta los fundamentos todo el orden religioso y
civil establecido por el cristianismo, y levantar a su manera otro nuevo con
fundamentos y leyes sacadas de las entrañas del naturalismo».
“León
XIII hace una exposición de los principios fundamentales que la rigen. No basta
—dice— examinar sus actos, sino que hay que buscar los principios que dirigen
su acción: «Por circunstancias de tiempo y lugar [algunas sectas masónicas] no
se atreven a hacer tanto como ellas mismas quisieran y suelen hacer las otras;
pero no por eso se han de tener por ajenas a la confederación masónica, pues
ésta no tanto ha de juzgarse por sus hechos y las cosas que lleva a cabo, como
por el conjunto de los principios que profesa». Esto es muy importante, puesto
que León XIII, más aún que sus predecesores, quiere investigar profundamente
los principios de la Masonería. Los Papas de principios del siglo XIX,
destacaron el secreto que empleaban los masones y los crímenes que cometían,
pero no profundizaron tanto los principios. Primer principio: el naturalismo.
«Ahora bien: es principio capital de los que siguen el naturalismo, como lo
declara su mismo nombre, que la naturaleza y razón humana ha de ser en todo maestra
y soberana absoluta». El primer principio de la Masonería que condena el Papa
es el naturalismo. A primera vista, se puede pensar que, después de todo, el
naturalismo cree en la naturaleza humana y se ajusta a ella. […] Hay que
comprender bien qué es el naturalismo. Es una palabra que encontramos a menudo
en la pluma de los Papas, en sus encíclicas y en todos los documentos
pontificios. Los Papas hablan constantemente de él. Por eso hay que comprender
bien el sentido que le dan, es decir, el error opuesto a la doctrina de la
Iglesia sobre la naturaleza desequilibrada y desordenada por las consecuencias
del pecado original aun después de que haya sido perdonado. Nosotros mismos nos
damos cuenta de eso; sentimos una atracción a deseos que no son normales y que
tenemos que reprimir con las virtudes de templanza, fortaleza, justicia y
prudencia. Si estuviésemos de acuerdo con los masones, que creen que para el
hombre es algo bueno satisfacer todos sus instintos, diciendo que son buenos,
¿en dónde terminaríamos? Podemos imaginar los resultados: el desorden, la
droga, la corrupción, la ruina y el suicidio. En último término, esa teoría
termina conduciendo al suicidio y aun al aniquilamiento físico; hemos llegado a
tal punto que no deja de crecer el número de jóvenes que se suicidan. Negación
del orden sobrenatural, pero también del natural.” No podemos extendernos más
en esta exposición sumamente clara, que hace Monseñor Lefebvre de la encíclica
de León XIII, en su obra Actas del magisterio,
a la cual remitimos al lector.
Podemos
mencionar a continuación toda una pléyade de autores rigurosos, serios, que han
dedicado excelentes obras, estudios documentados sobre la secta masónica, autores
que los dos profesores eruditos no
mencionan -y quién sabe si conocen a alguno (de ser masones los conocerán sin dudas)-
a saber: Mons. Jouin, Mons.
Meurin, Mons. de Segur, Mons. Delassus, Mons. Caro Rodríguez, P. Augustin
Barruel, P. Nicolas Deschamps, P. Emmanuel Barbier, Dom Paul Benoit, Léon de Poncins,
P. Aníbal Rottjer, Jacques Ploncard d’Assac, P. Sardá y Salvany,
Copin-Albancelli, Henry Coston, Arthur Preuss, Pierre Virion, Bernard Fay, Epiphanius,
P. V. Filippo, P. Alfredo Sáenz, Jean-Claude Lozac’hmeur, P. Xavier Gautrelet, etc.
En
el Segundo programa dedicado a la masonería, Ortega-Porrini se dedican a
elogiar el libro escrito por un masón y afirman que la masonería viene a ser
como un medio de dejar un segundo sentido en el arte, por lo que “el gran
proyecto de la masonería es el protocolo Poe” (en referencia al cuento La carta
robada). Sí, ¡por supuesto! ¡Qué exageración la de la Iglesia al condenar a
quienes sólo desean darnos un contenido simbólico en el arte!
Se
puede continuar largamente haciendo la crítica de los errores que vierten estos
profesores: en otro medio (Vorterix) haciendo una elogiosa defensa de “Avatar”
de James Cameron, película gnóstica anticristiana a la que le hemos dedicado un
pequeño libro. Pero creemos más que suficiente lo dicho para demostrar que “La última
página” (y los derivados de sus conductores), es una peligrosa confusión
instalada bajo un formato literario, muy apta para seducir a los incautos en
busca de sentido, de otro sentido más allá del literal, y que detestan el
progresismo y el mundo moderno. Pero la respuesta a sus inquietudes sólo la podrán
encontrar en serio en la Tradición católica, no en la nebulosa gnóstica, que no
es otra cosa que pura soberbia.
NOTAS:
[1] https://www.youtube.com/watch?v=mebCBUycJPc&t=1147s
[2]Normalmente
los espectadores de YouTube suelen utilizar los comentarios para manifestar su
gran necesidad afectiva de tener amigos o hermanos en la web, y así no es
extraño que abunden los “maestros”, “genios” y otras lisonjas, en el fondo sin
tener mucho conocimiento del tema sobre el cual se les ha expuesto. YouTube
suele ser un refugio de la soledad, un sucedáneo moderno del antiguo “café con
amigos”. Esto sucede a todo nivel y en todos los órdenes. Claro que también hay
una gran necesidad de maestros, y entonces los espectadores se aferran a los
que les parecen más amenos o simpáticos, sin saber a ciencia cierta si les
están diciendo las cosas como son. Por otro lado, un porcentaje menor pretende
darles lecciones a los expositores o directamente barrunta improperios porque
necesita descargar su frustración de cada día. Así pues, diríamos que un
porcentaje muy pequeño de comentarios aportan algo valioso o lúcido a la cuestión.
En todo esto, como decimos desde el título, hay una grandísima confusión y los
profesores no ayudan a disiparla, sino al contrario.
[3]https://edicionesreaccion.blogspot.com/2024/08/el-gnosticismo-se-asoma-nuevamente.html
[4] José
Saramago (1922–2010), escritor portugués y premio Nobel de
Literatura (1998), fue abiertamente ateo y anticlerical, El pensamiento y la
literatura de Saramago presentan afinidades temáticas o simbólicas con ciertas
ideas gnósticas. Rechazaba explícitamente la idea de un Dios personal o
providente. Y decía en entrevistas: “No creo en Dios, no hay pruebas de su
existencia, sólo de su ausencia.” Parecía tener una obsesión anti-religiosa, lo
cual sin dudas en estos tiempos facilitó su generosa difusión, siendo que sus
obras son mediocres.
Veamos
algunas de sus declaraciones:
• El cristianismo es probablemente la peor
religión que ha existido.”
—
Declaración en una rueda de prensa en Roma (octubre de 1998).
Sigue
diciendo:
“Porque
promete un cielo que no existe y un infierno que no hay. Ha sido una máquina de
fabricar culpa y de justificar la violencia.”
• “El Evangelio es un manual de malas
costumbres.”
—
Entrevista en El País (España), 1998.
Saramago
sostenía que los Evangelios fomentaban la sumisión, la culpa y la obediencia
ciega a una divinidad injusta.
• “Dios es el silencio del universo y el ser
humano el grito que da sentido a ese silencio.”
—
En Cuadernos de Lanzarote.
Más:
--“Los
católicos inventaron el infierno, y a partir de ahí la vida se volvió un
tormento.”
—
Entrevista en la televisión portuguesa RTP, 2000.
--“Sin
la religión, la humanidad sería más libre y más inteligente.”
—
Declaración en Diario de Noticias, Lisboa, 2009.
--En
El Evangelio según Jesucristo (1991), Saramago reinterpreta la vida de Cristo
de modo irreverente, presentando a Dios como un ser cruel y manipulador:
“Dios
no es bueno. Dios es un ser egoísta que solo piensa en su propia gloria.”
“El
mal está en Dios, no en el hombre. Dios necesita el mal para que se note el
bien.”
--En
Caín (2009): El personaje Caín acusa directamente a Dios:
“Dios
no sabe lo que hace, y cuando lo sabe, lo hace mal.”
“Este
Dios que tú veneras es un asesino.”
“La
historia de la humanidad es la historia de la crueldad de Dios.”
Sobre
Jesucristo:
--“Jesús
fue un hombre como cualquier otro, y su tragedia fue haber tenido un Dios como
padre.”
—
Entrevista en La Repubblica (Italia), 1991.
Sobre
los creyentes:
--“Los
creyentes no piensan, creen. Y creer es la forma más cómoda de no pensar.”
—
Cuadernos de Lanzarote (vol. II).
Porrini
confiesa haber tenido un “amor a primera vista” (sic) con Saramago. Y en el
programa que hacen junto a Guillermito Mas, dicen infinitas tonterías respecto
de quien sería según ellos un gran escritor. Pedantería de pseudo intelectuales,
que justifican literariamente las blasfemias del infame comunista portugués.
[5]Es lo que está ocurriendo,
lamentablemente. A la ya conocida difusión que da a este canal de YouTube Sebastián
Randle (ya nos hemos ocupado de su caso), se suman otros católicos como Marcelo
di Marco, e incluso se les da difusión desde el Centro Pieper y el valioso Centro
de Estudios Universitarios Padre Leonardo Castellani.
[6]
https://www.youtube.com/watch?v=Vre2f8ze6t8&t=2293s
[7]La
última página 17: Masonería, orígenes y significado.
https://www.youtube.com/watch?v=B2KrGwMjt10&t=13s
Luego hicieron otro, La última página 44:
Literatura y Masonería.
https://www.youtube.com/watch?v=9VWfB8_I-o8
[8] “He aquí primero cómo la misma masonería
se define:
En las Constituciones de la Orden, redactadas y votadas por la asamblea general
del G... O... de Francia en 1865, y reproducidas al comienzo del Anuario
masónico, se leen estas palabras: «La
F... M..., institución esencialmente filantrópica, filosófica y progresista,
tiene por objeto la búsqueda de la verdad, el estudio de la moral universal, de
las ciencias y de las artes, y el ejercicio de la beneficencia (Art. 1).»
¿Cuál es, pues,
su verdadera definición? ¿Qué es la F... M...?
Es una sociedad
de hombres sin religión, unidos entre sí por una organización misteriosa y por
juramentos horribles, bajo la dirección oculta de jefes invisibles, para hacer
la guerra a la Iglesia y a la sociedad, y, bajo el especioso pretexto de
establecer en todo el universo la libertad, la igualdad y la fraternidad,
resucitar el paganismo.
Cuando afirmo que
sus miembros no tienen religión, no pretendo negar que encierre cierto número
de personas, especialmente en los grados inferiores, que se imaginan —aunque
erróneamente— poder conciliar con su profesión de F... M... los deberes del
cristianismo y las obligaciones de su conciencia”.
LA FRANC-MASONERÍA Y LA REVOLUCIÓN, R. P. Fr.- Xav.
GAUTRELET, de la Compañía de Jesús, Lyon, Briday, Librero-Editor, 1872.