“Una
palabra más, y es la última y quizá la más importante. Con argumentos y
réplicas se obliga tal vez a enmudecer al adversario, Y no es poco esto en
algunas ocasiones. Pero con esto solo no se alcanza muchas veces su conversión.
Para esto suelen valer tanto o más las fervorosas oraciones que los más bien
hilados raciocinios. Más victorias ha logrado para la Iglesia de Dios el gemido
del corazón de sus hijos, que la pluma de sus controversistas y la espada de
sus capitanes. Sea. pues, aquélla el arma principal de nuestros combates, sin
descuidar las demás. Por el ruego cayeron los muros de Jericó, más que al
empuje de guerreras maquinas; ni venciera Josué al feroz Amalech si no
estuviera Moisés, alzadas sus manos, en ardiente oración durante la batalla. Oren,
pues, todos los buenos, y oren sin descansar. Y sea de consiguiente el
verdadero epílogo de estos artículos lo que viene a resumir todo el objeto de
ellos. Ecclesiae tuae, quaesumus Domine,
preces placatus admitte, ut, destructis adversitatibus et erroribus uníversis,
secura Tibi serviat liberate.”
Don Félix Sarda i Salvany, EL
LIBERALISMO ES PECADO