Por
FLAVIO MATEOS
Teníamos
conocimiento de Adrián Salbuchi como analista político o geopolítico, de
referencia en lo que podría llamarse un “nacionalismo peronista”. Sabíamos también
de su intento frustrado de llegar a construir un espacio político notorio a
partir del que ha llamado “Movimiento Segunda República”. Como tal, siempre ha
combinado su notable solvencia comunicacional con una –a nuestro humilde
entender- endeblez teórica simétrica. Bueno para la demolición de los
politiqueros y funcionarios globalistas, flojo para proponer un diagnóstico
acertado y una solución eficaz. Anclándose en el “Justicialismo”, no podía ser
de otro modo.
Pero
de lo que no teníamos conocimiento es de su aspecto gnóstico, lo cual, por
cierto, hace que cierre mejor su postulación política harto confusa. Cosa que,
por supuesto, es de lamentar.
Así
pues, recientemente nos hemos topado de casualidad con una serie de videos
suyos, donde conferencia acerca del famoso compositor musical Richard Wagner. Bajo
el título WAGNER GNÓSTICO,
en tres partes, se trata de charlas impartidas en un denominado “CENTRO
CULTURAL AZTLAN”, dirigido por León Azulay. ¿Qué es eso? Su página web lo
explica:
“Aztlan
es un nombre Tolteca que en la mitología antigua era la Ciudad Ideal de la
Cultura, la Luz y el Conocimiento. Con el Método Aztlan® el Prof. Azulay ha
logrado un método de enseñanza que combina e integra los sistemas de Psicología
Holísticos más avanzados de nuestra época: La Psicología del Inconsciente
Colectivo de Carl Gustav Jung y el Cuarto Camino de Gurdjieff y Ouspensky.
Además, agrega la enseñanza del budismo y la Filosofía tanto de Oriente como de
Occidente. Asimismo, hace más de 30 años que se dedica profesionalmente a la
investigación astrológica, siendo uno de los precursores de la Astrología
Humanista en la Argentina. Forman parte también del Centro Cultural los
Profesores Nicolás Nardi y la Prof. Florencia Santoni, entre otros
profesionales”.
Como
puede verse en la captura de pantalla, el mentado centro cultural es un
cambalache tolteca que combina el cuarto camino de Gudjieff, el budismo, la
astrología, las enseñanzas del Dalai Lama y, a todo eso, la tercera posición de
Salbuchi, por llamarle de algún modo. No deja de sorprendernos la serie de
supercherías (macaneo, diría el Padre Castellani) que con total seriedad expresa
Salbuchi en sus conferencias: transmigración del alma o metempsicosis, llegada
de la era de acuario, estamos aquí para llegar al espíritu, y, sí, esta
barbaridad: “Isis y la Virgen María son la misma cosa”.
Lo
curioso es que alguien nos comentó que había visto varias veces a Salbuchi ir a
las misas de la FSSPX. Pero nada de lo que dice en estas conferencias es
católico, sino al contrario. Y, para aumentar la confusión, Salbuchi es habitué
del canal TLV1 donde podemos encontrar –la Biblia junto al calefón- desde
destacados representantes del Nacionalismo católico, hasta terraplanistas,
pasando por sedevacantistas, peronistas y gnósticos.
Sobre
lo último, también vimos allí recientemente que le abrieron las puertas en una
entrevista a quien ya mencionáramos en alguna oportunidad, el gnóstico evoliano
español Guillermo Mas Arellano. Se lo hace desde un programa llamado “Renacimiento nacional N°12 - Rebelión contra
la cultura moderna”, cuya cortina musical es significativa: música de Wagner
con guitarra eléctrica, o sea, nada de “rebelión contra la cultura moderna”
sino lo contrario.
Dice el gnóstico español que su obra tiene más
repercusión en Argentina que en España. Lamentable estado de confusión en que
se encuentra nuestro medio intelectual. Y para peor, afectando a una gran
cantidad de jóvenes, como pueden verse en las conferencias de Salbuchi. Según
creemos, somos los únicos en ocuparnos de este tema. Sería bueno que alguien
más le preste atención, a fin de poder sanear el ambiente cultural y enfocarse con
mayor atención a difundir y promover la verdadera Tradición. No vaya a ser que
poco a poco la confusión gnóstica se apodere cada vez más del ambiente
intelectual, con la consiguiente degradación del pensar católico y la ineficaz
reacción ante el revolucionario mundo moderno.
Y bien, estamos hablando de Wagner. Queremos hacer
nuestro aporte a través de dos artículos en nuestro blog, que esclarecen muy
bien quién fue Wagner. Son de dos autores muy autorizados en la materia.
Como cierre, y luego de haber comprendido mucho mejor a Wagner y lo que representa, nos parece haber acertado en una de nuestras conclusiones acerca de Vértigo de Alfred Hitchcock, que precisamente utiliza como leit motiv musical la música de Bernard Herrmann basada en el Tristán wagneriano: “Vértigo destruye impiadosamente la ensoñación perversa del amor romántico, cuya obra cumbre es Tristán e Isolda de Richard Wagner”. Y agregábamos: “La romántica “muerte de amor” del eros vuelve a ser tragedia en su siniestra reedición, pero tragedia que aún puede ser trascendida por el ágape cristiano. El sendero de Scottie es wagneriano, el de Hitchcock, no”. Para entender esta conclusión, estimados amigos, deberán leer el libro (Vértigo, el enigma vertical, Ediciones Reacción).