https://www.amazon.com/-/es/Flavio-Mateos-ebook/dp/B0BK56Z3VP/ref=sr_1_6?__mk_es_US=%C3%85M%C3%85%C5%BD%C3%95%C3%91&keywords=flavio+mateos&qid=1666698877&qu=eyJxc2MiOiIxLjk4IiwicXNhIjoiMC4wMCIsInFzcCI6IjAuMDAifQ%3D%3D&sr=8-6
En formato papel y kindle. 342 págs.
Podría pensarse que, en
las actuales y gravísimas circunstancias que sacuden al mundo, este es un libro
que se ocupa de algo subalterno y desplazado, ajeno a las preocupaciones
vigentes. Quizás el autor no estaría en desacuerdo con ese pensamiento, pues de
hecho se ha ocupado en otros libros de lo profético y las ultimidades a que nos
enfrentamos. No obstante lo cual, encontramos dos razones infrecuentes para
recomendar este libro, ya sea que el lector tenga un especial interés como
espectador de cine, ya sea que simplemente se interese por el “séptimo arte”
como medio de difusión y de influencia de las ideas que han moldeado el
Occidente que hoy, perdida su razón y su coraje, se desmorona.
En primer lugar, quizás
sea la primera vez que un libro sobre el cine es abordado desde una mirada
católica tradicional. Eso torna los análisis y ensayos originales e inéditos,
fuera del registro habitual en el género de los libros de cine. Pero ese punto
de vista o visión del mundo, no para ahí porque el autor ha estudiado
cinematografía y sus escritos nunca dejan a un lado lo que constituye la base
de todo: la forma, el arte del cine.
En segundo lugar, el
autor hace de su objeto de estudio, no solamente el cine, sino aquellos profesionales
de la crítica, la hermenéutica, la teoría, cuyo deber es esclarecer al público
lego. En ese sentido, profundiza en el análisis pormenorizado de una teoría muy
personal que en Argentina ha cobrado alguna difusión a raíz de un cierto rango “mítico”
de la misma y de su autor (según los lugares comunes de los empleados de la
prensa), siendo que la misma no se trata sino de una entente acomodaticia entre
gnosticismo, catolicismo, mito, leyenda, herejía, historia y fantasía. Que Flavio
Mateos haya sido hace un par de décadas un creyente y cultor de dicha teoría,
no lo intimida, antes bien lo estimula para, cuando lo cree necesario, decir
que “el rey está desnudo”, y subirse a la topadora para avanzar y demoler lo
que a la distancia parece un palacio barroco, pero que tras la fachada no resulta
otra cosa que un conventillo mal ensamblado, en cuyos chaperíos se esconden
ecuménicamente errores cuyas prerrogativas deben abolirse. Descubiertos bajo la
luz del sol los errores, las exageraciones, lo infructuoso, podemos decir con Nicolás
Gómez Dávila: “Nadie tiene capital sentimental suficiente para malgastar el
entusiasmo”.
El libro también se ocupa
de temas como los arquetipos, el misterio, Hollywood, la moral del cine, el
espectador, y otros, incluyendo como apéndices cuestiones de moral y prudencia que
todo católico debe tener presentes, así como criterios para poder afrontar y valorar
mínimamente una película.